lunes, 24 de abril de 2017

3 de Octubre. Transición.

>He salido del  Hotel Jacobeo para ir a parar al Hotel Linares, también Hotel de carretera en un pueblecillo a unos 70 km de donde he salido. No está mal. No se a quién le estoy diciendo todo esto.
He subido un puerto de 1150 m saliendo desde 700 aproximadamente. Nada del otro jueves. Largo pero con la relación de cambio adecuada no ha presentado mayor problema, he pasado por Villafranca de Montes de Oca, por cierto, aquí habrá que volver, me ha parecido un pueblo bonito. Debería haberme parado y ver más en detalle. Hoy he pensado que podemos volver a hacer el Camino en moto, también sería bonito y además en compañía. He seguido la N-120 que no he dejado en todo el día. He atravesado Burgos con parada obligatoria en la Catedral, donde una pareja de holandeses muy simpáticos me han hecho una foto.

La catedral de Burgos

He puesto la directa, me he saltado otro final de etapa de los recomendados por las App del Camino y he seguido por la N-120 a ver dónde llegaba. He comido con unos peregrinos y charlado un rato con una chica irlandesa muy dicharachera. Todo termina siempre con la única frase que vale para todos los idiomas ‘BUEN CAMINO!!’
Debería de cambiar y disfrutar más del camino, y después de una llamada de trabajo con una Agencia con las que colaboro, pensaré que puedo hacer más, de alguna manera soy consciente de que lo disfruto, pero quiero más. A ver si termino con la llamada y me relajo un poco.
He de bajar mi ritmo y mirar hacia delante, no al costado como siempre, aún que haga menos kilómetros o vaya más lento para hacerlos. Uno de los pensamientos del día ha sido precisamente dejar de pensar y observar qué es lo que hago y doy a mis clientes.
Hazlo !<

Dejar de pensar no es nada fácil. Un poco de meditación relaja y te devuelve la paz interior, al menos un rato. Es importante aprender a vaciar nuestra mente de los miles de pensamientos que constantemente están alterando nuestra paz. Démosle un respiro a nuestra mente, también necesita descansar. Un gurú americano moderno, Stephen Covey, famoso por un libro llamado ‘Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva’ dice que le séptimo hábito debería ser ‘afilar la sierra’ o recargar baterías de forma periódica. Metafóricamente hablando él lo explica así, -estoy tan ocupado conduciendo que no tengo tiempo para parar a poner gasolina- 

Una fórmula que yo utilizo con mis clientes cuando llegan estresados con sus historias personales y sus líos mentales es enviarlos a pasear un rato. Esto me lo hacían a mi en el parvulario del colegio. Me costaba mucho concentrarme y me distraía con una mosca. Entonces la ‘señorita’, así es como se llamaba entonces a la profe, me enviaba a dar una vuelta al patio para que me relajara y estuviera más centrado y en paz. “Jordi! Vete a dar una vuelta al patio y vuelve”. 
Ahora con mis clientes hago algo parecido, pero un poco más sofisticado. Les mando a andar durante aproximadamente 10 minutos a la mitad de la velocidad que normalmente andarían, con una consigna muy clara: observa todo lo que puedas sin juzgar lo que ves, y luego me cuentas qué has visto. Normalmente funciona muy bien, si siguen estresados les vuelvo a mandar a paseo’. Lo que consigo es que estén más tranquilos para que reflexionen mejor y estén más presentes en la conversación de coaching.

Por supuesto que es aplicable a la bici y yo lo estuve practicando durante el viaje. Te fuerza a ralentizar y ser más consciente de lo que te rodea. Ver y retener. Estar. Relacionarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario