martes, 16 de mayo de 2017

Capitulo 3 ¿Quién es el idiota aquí?

Algunos deben pensar que el idiota soy yo, porqué muestro mis debilidades, o porqué no pongo una careta enseñado una imagen falsa que muestre lo bueno que soy, los títulos que tengo, el maravilloso jefe que he sido y las promesas que hago y sé que no cumpliré.
¿Te has creído que por qué en tu tarjeta pone que eres Gerente, Director o Jefe eres más bueno que los demás?. Si te lo preguntara de verdad, me dirías que no, claaaro, como vas a reconocerlo, tu misión es aparentar humildad pero tu torpeza aparece bajo el escudo en el que te escondes. Y bajo la ley del miedo, dominas a tu ‘corral de gallinas’ que huyen despavoridas cuando tus graves tonos de gallo, suenan en un tono más fuerte de lo habitual. Y es que el miedo de las gallinas es menor que tu propio miedo de hacerlo de forma honesta, transparente y auténtica. Tu miedo es tan grande que no te deja ver lo grande que tu eres en realidad. Bajo ese escudo de aparente fortaleza, dureza y dirección hay un alma insegura, dudosa, indecisa y temblorosa. 

¿Qué porque te ocurre esto a tí?, ¿qué por qué eres especialmente idiota?, por qué naciste menos inteligente, por qué nadie te ha enseñado a dirigir y liderar un equipo, porqué es lo que has visto en tus propios jefes, por qué si no hablas en un tono más alto nadie te hace caso y por qué no hay otra forma de hacerlo.
NOOOOO, es mentira, o al menos esas son las mentiras que te quieres contar a ti mismo y porque no te has planteado otra forma de hacerlo. Vives en tu zona de confort, vives en la zona de ‘virgencita, virgencita que me quede como estoy’, si así, más o menos, ya me funciona ¿por qué debería cambiar?, ¿por qué debería arriesgar?. Pues muy fácil, por qué así NO funciona, y sino te lo crees, sólo tienes que mirar la cara que ponen tus ‘gallinas’ cuando actúas de esta forma. Seguro que no cacarean de alegría, o de motivación, o de inspiración o de responsabilidad, no es esa la cara que querrías ver en ellas, ¿verdad?, entonces, ¿por qué sigues haciendo lo mismo, día tras día tras día?. 
Mi consejo, contéstate una pregunta muy simple, ¿qué puedo hacer yo?
Siempre hay algo que puedes hacer para cambiar una situación, aunque solo sea la actitud con la que vas a afrontarlo. De hecho si cambiases solo tu actitud el resultado final estaría muy muy lejos del de afrontarlo desde la resignación. 
Todo está en tu mente, si crees que puede ocurrir lo que deseas, hay una alta probabilidad de que pase, si no crees, seguro que no ocurrirá. 

Afirmo con contundencia sin embargo, que si no eres capaz  de liderar tu propia vida, tu propio destino, si dejas que las decisiones importantes las tomen otros por tí, no serás un buen líder de equipo. Tus gallinas correrán como ‘pollo sin cabeza’, sin dirección, ni concierto, ni cohesión o sentido. Si no lideras tu propia vida, ¿cómo vas a liderar a los miembros de tu equipo? ¿quién va a creer en ti?
Entonces, y solo si estás de acuerdo y quieres seguir adelante, la siguiente pregunta que deberías hacerte es, ¿soy líder de mi propia vida?

Si tu vida está condicionada por factores externos a tí, como por ejemplo, tu jefe, tu pareja, la crisis económica, la falta de tiempo, la hipoteca o tu formación, eres CLAVO. No hay duda. No estás liderando tu vida, la estás dejando en manos de otros, de otras circunstancias sobre las que a veces no tienes el control, para que te martilleen sin compasión y sin oposición.
Como decía Will Smith en una de sus películas, en este mundo solo hay dos tipos de personas, CLAVOS o MARTILLOS.
Doy por supuesto, que entiendes MARTILLO como líder de tu destino, forjado a través de todas y cada una de las decisiones que tomas cada día buscando tu propio rumbo. Un rumbo que TU has decidido, y que quieres vivirlo a través de los valores que honras a diario, quizá la honestidad, el amor, la libertad, la justicia, la perseverancia o algún otro de los muchos valores que al honrarlos, nos hacen vivir una vida plena, una vida de felicidad. Por eso decimos que la felicidad no es una meta en sí misma, es honrar día a día los valores que hacen que disfrutemos de una vida plena.
Amigo CLAVO, tienes que decidir y dejar de quejarte. Las quejas no son más que un juego interior que racionaliza o justifica tus NO decisiones, tus miedos, tus ‘no afrontar las situaciones difíciles’, tus inseguridades, tus ¿que dirán?, en definitiva, tus ‘es-que-zofrenias’.

La buena noticia es que no has sido siempre así. Solo tienes que mirar atrás y recordar. Recordar quién fuiste superando los problemas que se te plantearon en algún momento y que superaste. Recordar qué te definía en aquel momento. Eras poderoso, seguro, atrevido, valiente, seguramente satisfecho y orgulloso. Este eres tu. 

Lo que ha ocurrido es que te has dejado ir, has dejado el mando temporalmente y quizá ahora estás en tu zona de confort, en el área de descanso de tu propia autopista, pero tienes que seguir conduciendo, poniendo los cinco sentidos. Conduce a tu ritmo, a tu velocidad por qué has de seguir gestionando tu vehículo, reconocerlo, aceptarlo y quererlo. Y desde ahí, seguir gestionando las dificultades que se te presenten, tus emociones, hacia el rumbo que tu has decidido, el que está hecho para ti.  Tu propósito de vida. 


Ya aprendiste a conducir, no necesitas volver a empezar, solo retomarlo donde lo dejaste, solo tienes que recordar quién eres.  Enfócate en tu luz, sal de tus sombras y ocupa el lugar que te corresponde, el que se te concedió cuando viniste a este mundo. ¿Estás preparado?. Colócate, dalo todo, ahora es el momento.

jueves, 11 de mayo de 2017

Capitulo 2 ¿Storytelling?

¿Ya has contestado a las dos reflexiones que proponía?

La mayoría de personas contestarían a la pregunta de, ¿de qué va mi historia?, diciendo que es posiblemente una historia de superación, de lucha, o de vida, otros dirían que es una historia triste, quizá otros hablarían de éxito o de buscar y encontrar nuestro propósito de vida, y ¿sabes qué? todos tendrían razón, porque a la postre todos somos dueños de nuestra propia realidad, y esa es la única que cuenta.
Lo que he contado en este primer capítulo es mi historia pero cambiando el nombre de los personajes,  de las dificultades o los triunfos podría ser perfectamente la tuya, que estoy seguro que está llena de satisfacciones, de dudas, de amor, de frustración, de gratitud, ansiedad o belleza, al final, como la de todos los seres humanos. Pues entonces, ¿por qué la cuento?.
Verás, en mi experiencia como formador y facilitador, he aprendido que las cosas contadas como una historia o un cuento, tienen un impacto definitivamente superior en la audiencia, generan una conexión emocional directa y se comprenden infinitamente mejor. 

Si miras en tu interior después de leer el primer capítulo, estoy convencido que te sentiste identificado y que empatizaste conmigo, que has sentido que había algo tuyo en esa historia y que probablemente ha abierto una pequeña ventana de reflexión en tu interior. ¿Estoy donde quiero estar?, ¿estoy siendo quien quiero ser?. Casi seguro que ha producido imágenes en tu cerebro y que estas serán el punto de partida para recordarlo todo.
Este es el gran poder del ‘Storytelling’ o de contar las cosas a modo de historia o cuento, eso es lo que significa esta palabra tan en boga últimamente. 
Contar historias facilita la comprensión de cualquier hecho, por complicado o técnico que parezca inicialmente, y facilita la comprensión a nuestra audiencia de forma que nuestro mensaje quede grabado en la memoria más reciente de nuestro cerebro.
Déjame que te ponga un ejemplo sencillo, cuentan que dos vendedores de zapatos fueron a Africa a finales del siglo pasado, después de unos meses de trabajo, llegaron dos telegramas de vuelta a su central de origen. El primero decía, “Situación desesperada. Aquí nadie utiliza zapatos”. Y el segundo escribió, “Grandiosa oportunidad. Aquí nadie usa zapatos todavía.” 
Esta corta historia nos enseña que las situaciones dependen de nuestro propio punto de vista o de nuestro estado emocional. Es lo mismo que contar que ‘el vaso está medio lleno o medio vacío’. 
Quizá a partir de ahora para explicar que ‘todo depende del cristal con que se mire’, también recordaremos la historia de los vendedores de zapatos que fueron a Africa.
Contarlo en forma de cuento o historia hace que lo recordemos más fácilmente y que lo usemos para hacernos entender.
El ‘Storytelling’ inspira, impregna y emociona, seguro que habéis visto algún video en YouTube, o en cualquier otra plataforma, de alguna persona que ha tenido que superar una grave enfermedad, pérdida o desastre financiero que se ha recuperado anímicamente con esfuerzo, valentía, perseverancia o amor, y que recordáis como fuente inspiradora para vuestra propia vida. Te da energía, motivación y fuerza para afrontar tus propios problemas o circunstancias que estés viviendo en ese momento. Este es el pder del Storytelling.
Por otro lado, si te fijas bien e intentas recordar algún anuncio televisivo, radiofónico e incluso impreso que te haya gustado, que todavía cuentes o que te emocione, verás que va ligado a una historia. Siempre va ligado a una historia.
Otra herramienta parecida a las historias son las metáforas. La metáfora consiste en un tipo de analogía o asociación entre elementos que comparten alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro en una misma estructura. ‘Para muestra, un botón’, es una metáfora para decir ‘por ejemplo’.
Te pondré otro ejemplo, cuando explico mi historia en el anterior capítulo y quiero hacerte ver lo mal que lo pasé,  lo ilustré con la metáfora del túnel oscuro, húmedo y zigzagueante que viví en aquel momento. Es más probable que te acuerdes del túnel que de las emociones que te pueda describir con palabras más específicas como, sufrimiento, ansiedad o incertidumbre.  
El refranero, tan típico en nuestro país, hace la misma función que las metáforas. ‘Dicho popular agudo y sentencioso que suele contener un consejo o una moraleja’, dice la definición de refrán. Nos recuerda como la sabiduría popular se transmitía entre personas en otros momentos, precisamente para ser recordada. 
Como por ejemplo, ‘donde hay patrón, no manda marinero’, muy apropiado para este libro, o  ‘a quien madruga, Dios le ayuda’ que quiere recordarnos la perseverancia. 
En definitiva, y al igual que la función del ‘Storytelling’, su función es grabar nuestras mentes de forma que lo recordemos más fácilmente.
También las reglas mnemotécnicas tienen esta función de recordatorio, en su definición se deja claro. ‘Una regla mnemotécnica es una oración corta y fácil de recordar que ayuda de manera artificiosa a relacionar palabras, con el objetivo de memorizar conceptos con más facilidad.’
Recapitulamos, el Storytelling conseguirá que,
Crees conexiones emocionales
Convenzas sin esfuerzo
Recuerden más fácilmente tus mensajes
Inspires a tu audiencia 
Compartas conocimientos de una forma más fácilmente digerible
Captes su atención
Cambies sus conductas

Qué bonito queda, ¿no?, ¿te gustaría conseguir todo esto de la lista anterior?, no es difícil, como en todo aprendizaje, deberás seguir algunos pasos y practicar mucho. Empieza siempre por el circulo de personas con el que te sientas cómodo, después ya tendrás tiempo de extenderlo al trabajo o tu organización.
Lo primero que hay que tener en cuenta es tu AUDIENCIA.
Pregúntate, 
¿Por qué tendría que importarles lo que les voy a contar?
¿Cómo se beneficiaran ellos?
¿Qué quieren escuchar?
Cuando te hayas contestado a todo ello, habrás puesto rumbo a tu ‘Storytelling’, al mensaje que quieres hacer llegar a tu público, a un objetivo claro de comunicación.

Según, Ferran Ramon Cortés, autor del libro ‘La isla de los cinco faros’, donde desarrolla, de hecho, los cinco pilares de la comunicación. Ferran dice lo siguiente;


  1. Siempre hay que comunicar un UNICO y gran mensaje. Demasiados confunden y a la vez no se recuerdan.
  2. Explicándolo de forma memorable, es decir en forma de historia, de cuento.
  3. Con un lenguaje que conecte, entendible.
  4. El mensaje que llega es el que captan tus interlocutores, no el que tu envías.
  5. Invitando, en lugar de convenciendo.
Dicho esto, me gustaría distinguir tres tipos de ‘Storytelling’.
El primero de ellos lo podríamos llamar ‘Quien soy’ y contaríamos nuestra propia historia, como la que he contado en el primer capitulo, y sirve para generar conexión con el público, empatía, crear paralelismos, afán de superación, motivación e inspiración.

El segundo se llama ‘Visión’, sirve para comunicar como sería el proyecto terminado de algo que se está construyendo. Por ejemplo, si te quieres construir una casa, con un plano de planta no te haces a la idea de como sería tu casa, en cambio con una maqueta o un plano en 3D no solo entenderás mejor el aspecto de la casa sino que te ilusionarías más al verla terminada digitalmente o en dibujo. Genera ilusión, claridad, seguridad, visión y tranquilidad. ¿Cómo sería nuestro proyecto hecho realidad?, invita a soñar, a compartir, a crear, a  hacer equipo.

El tercero es el ‘Sé cómo te sientes’, este sirve para bajar barreras en la comunicación, es decir, cuando nuestro interlocutor/es está cerrado a negociar o a hablar en un mismo nivel, ayuda a reequilibrar y sobre todo a abrir un canal eficiente de conversación. 
Se comunica a través de contar a la opinión contraria una experiencia vivida parecida o paralela a la que está viviendo el otro lado, de forma que sienta que hay empatía y comprensión de su posición. Si nos ponemos a la misma altura que nuestros interlocutores, bajarán sus barreras de defensa y tendremos una oportunidad para que se entienda una postura a veces diametralmente opuesta y podremos contar como nosotros solucionamos un problema similar al que la otra parte sufre.

En cualquiera de las tres tipologías, la clave de tu comunicación para que produzca el impacto que deseas es tu autenticidad, la verdad transparente, incluso mostrando tu parte más vulnerable, esta es la que llega a los corazones de la gente. Cuando llegamos al corazón de alguien, todo es posible, cualquier transformación, cualquier cambio empezará a calar en tu audiencia, y desde ahí, empezará a caminar hacia al objetivo.  
Quizá también te preguntes quién has de ser tu para que la comunicación tenga el impacto que deseas ¿verdad?, pues hay varias cosas, pero para mi la primordial es que creas en tí mismo. La seguridad en ti mismo, la autoconfianza genera total y absoluta credibilidad.


A consecuencia de tu autoconfianza, mostrarás tu mejor energía, los apropiados cambios de ritmo, tono de voz, y tu gestualidad irán acorde con ello, pero practica, no leas, fluye con lo que sabes que dominas perfectamente. Si quieres pulir tus habilidades, encuentra un mentor para que te observe y pula tus habilidades comunicativas, que te de feedback. Practica en tu circulo más inmediato, donde te sientas arropado y disfruta de ser el protagonista de tu propia historia.

Un buen líder de equipos debe saber contar buenas historias, debe saber seducir, conducir, motivar, alentar y alertar, inspirar, generar credibilidad y dar ejemplo, y para esto el ‘Storytelling’ es un arma muy poderosa, si se hace siempre desde la autenticidad y la asertividad.

Esto no pretende ser un tratado de Storytelling, y si entender la importancia de contar historias en nuestra vida personal y laboral, conectar con los demás y generar relaciones más efectivas.
Si quieres saber más sobre Storytelling, puedes contactar con mi sobrino Víctor Gay Zaragoza y su ‘Camino Amarillo’, mi ahijado se ha especializado en la materia y da conferencias y cursos sobre Storytelling. Te encantará!.

Todos tenemos una historia que contar, ¿cuál es la tuya?, ¿a quien quieres contársela? ¿qué te aportará contarla?

Cuenta una historia, escríbela y léela a alguien, desde el corazón, desde tu autenticidad, honestidad y bravura, y sin darte cuenta te habrás convertido en un verdadero ‘cuenta cuentos’…aaah! y observa el impacto que generas en los demás, nunca jamás querrás dejarlo.

martes, 2 de mayo de 2017

Capitulo 1 Mi historia

Nací el 8 de Octubre de hace 57 años en el Poble sec de Barcelona, un barrio humilde de gente humilde. JM Serrat también nació allí, en la misma calle de mis abuelos maternos. Me gusta contarlo, ya ves.

Nací con un defecto físico llamado 'labio leporino' que de alguna forma marcó un poco mi adolescencia y comportó ciertas inseguridades y complejillos implicitos a la edad de gustar a chicos y chicas, ellos por lo del sentido de pertenencia, importante en esos momentos de la vida, y ellas por lo del sentirse gustado y los primeros pinitos del amor.
Las dos partes se fueron solucionando en mi interior conforme el tiempo transcurría y era aceptado con los chicos y besado por alguna que otra chica, la confianza en mi mismo se aposentaba, aunque de forma irregular, en mi mente.
De alguna forma estos son los primeros pasos en el descubrimiento de los importante que puede ser la autoestima y la confianza en uno mismo para desarrollar y dar lo mejor en todos los aspectos de nuestra vida. Tema clave para ser el mejor líder de uno mismo y liderar equipos posteriormente, los dos liderazgos van irremediablemente unidos, como uña y carne.

Volviendo a mi historia, decir que estudié una carrera con el grado de diplomatura, me faltó un tris para la licenciatura pero allí mi capacidad de finalización, de la rampa final para llegar al puerto de montaña pudo conmigo y a 4 asignaturas del final empecé a trabajar de forma más seria, y lo que era una rampa se convirtió en el Tourmalet que nunca culminé. Me marcó durante mucho tiempo y me hizo pensar que no era capaz, que no tenía ni la fortaleza ni la inteligencia para conseguir objetivos importantes. No fue así.

En el trabajo que acababa de empezar si fui capaz de superar la prueba de trabajar en otro idioma, y a pesar de las dificultades, aprendí inglés de forma muy consistente y pude viajar por todo el mundo vendiendo pieles de cordero para confeccionar prendas de vestir y otros complementos en países como Japón, Corea, Hong Kong, Taiwan, Canada, Estados Unidos, Inglaterra, Francia o Italia. Esta parte de mi vida la recuerdo con mucho cariño, me dio mucha confianza y unos nuevos ojos para ver el mundo en el que vivimos, entender la diversidad de razas, religiones, culturas o simplemente estilos de vida. Y lo más importante, una dosis enorme de autoestima, por realizar un trabajo bien hecho, por superar las cuestiones idiomáticas y culturales, por ser percibido como un buen profesional y persona.

Además, supuso la rampa de salida hacia una etapa laboral de casi 20 años en Yamaha, motero de toda la vida, significó entrar en una compañía muy valorada en el mundo entero por la calidad de sus productos y me permito decir también por la calidad humana de las personas que la componen. Cada etapa, cada empresa en la que trabajamos, me atrevo a decir, marcan lo que tiene que venir y dicen mucho de que quienes somos como personas y como profesionales.
Todas las etapas son de continuo aprendizaje y superación, pero estoy seguro que esto lo sabemos todos, y si no fuéramos conscientes de ello se hace muy complicado evolucionar, liderar nuestro propio cambio, nuestro desarrollo y generar nuestro propósito de vida.

Aquí, en Yamaha, es donde tuve mi primer choque frontal con el liderazgo de equipos. Allá por 1991, empecé a trabajar por primera vez con gente a mi cargo, donde se suponía que mi trabajo debía ser sacar lo mejor de ellos mismos pero este primer encuentro chocó de cara con mis creencias limitantes. Nadie me había enseñado a dirigir personas, ni coaching, ni liderazgo ni ninguna de estas palabrejas que usamos hoy con tanta facilidad y a la vez ligereza.

Yo solo había visto mandar, ni siquiera tenía un nombre específico para mi. Yo soy el Jefe, te mando, tu obedeces y lo haces, y si no....amenazas, insistes, aprietas más las clavijas, levantas la voz, cambias el tono y otras variantes de más de lo mismo. Es decir la forma más egoísta de liderar o mandar. Donde hay patrón no manda marinero!, dice el refranero, así que cada uno a lo suyo. Pero no, eso no funciona, al menos a largo plazo, quizá hoy si lo hagan, pero ¿y mañana?, ¿lo harán mañana? De alguna forma, inconscientemente supongo, sabes que eso no es lo más adecuado, y conscientemente lo que sabes es que las personas no reaccionan, al menos como tu quisieras. 

 Poco a poco, mucho más lento de lo que uno quisiera, vas aprendiendo que las personas tienen sentimientos, que no puedes tratar a todo el mundo de la misma forma, que no existe el 'café para todos', que quizá el que tienes que cambiar eres tu mismo. No se impartían cursos de ningún tipo parecido a lo que yo necesitaba, así que a parte de fijarme en personas que si sabían hacerlo, emprendí una cruzada conmigo mismo y empecé a leer libros de autoayuda, normalmente traducidos de  escritores y 'gurús' norteamericanos y empezé a entender que hay otras formulas.
Uno de los grandes descubrimientos, quizá uno de los más reveladores en mi vida laboral fue al cabo de unos cuantos años cuando, después de haberme 'trabajado' como pseudo-líder, uno de mis colaboradores me reveló la magia del reconocimiento. En pocas palabras, me soltó algo así; 'nunca te podré agradecer lo que has hecho por mi, lo que me has enseñado, lo que he crecido como profesional y como persona, siempre serás alguien especial en mi vida'.

Estas palabras mágicas de alguien (CFS) que ya no trabajaba conmigo me produjeron escalofríos, sentí que habría un antes y un después de aquel día, mi piel de gallina así lo mostraba, mi profundo sentido de grandeza, de haber hecho un trabajo bien hecho, de sentirme realizado, calaron en mi ser como si llenaran mi cuerpo de autosatisfacción, de energía, de poder ilimitado. Sentía que el poder de las personas era mucho más grande que cualquier recompensa monetaria o equivalente, que nunca me llenarían como lo pueden hacer los reconocimientos hechos desde el corazón.
Sin yo saberlo, aquello iba a cambiar mi vida para siempre. Trabajé aún con más ahínco en el poder natural de las personas, en entender los comportamientos humanos hasta que en 2009 mi compañero directivo en RRHH me pidió hacerme 'coaching', ¿que me quieres hacer qué?,
- bueno, vale, acepté con la curiosidad de un neófito.

Después de mi primera sesión ya me quedé alucinado del poder de transformación que tiene esta disciplina. Esto lo necesito, quiero saber más. Es más, quiero dominarlo, no solo me va a ayudar a mi sino a todos los que me rodean.
Fue otro momento importante, porque meses más tarde de ese mismo año se me planteó un cambio de responsabilidad dentro de la compañía, un cambio que no me producía 'tilín' y decidí coger el tren de la aventura y ponerme por mi cuenta. Un salto a lo desconocido, un mundo por descubrir.
    
Algo más de dos años estudiando coaching no deja mucho espacio para sufrir, quiero decir que mientras estamos en la zona de confort del estudio y la preparación no vemos el precipicio al que nos acercamos, el precipicio de empezar algo nuevo, empezar de cero.
Antes, en mi tarjeta de vista había muchas palabras, títulos y anagramas, era absolutamente rimbombante. Mi nombre, mi super-título directivo, con el logo y el nombre de una multinacional y en ese momento todo eso se fue borrando muy rápidamente y solo quedó mi nombre. Cuanta gente se esconde bajo la capa de un título pomposo de una multinacional conocida. Es curioso, después de todo solo queda la persona, quedas como expuesto, algo así como desnudo frente al mundo agresivo y competitivo, y no sabes como zafarte. Estás tú, y estos estudios de coaching y liderazgo frente a un nuevo mundo, inexplorado por ti.

Ahora cuando llamas a las puertas, ya no eres ese directivo de multinacional al que todo el mundo respeta, más por miedo que por valía. Y piensas, pero si yo era un tío estupendo de la muerte y ahora no me hacen ni caso.
De repente, te has metido en un túnel muy oscuro, húmedo, escalofriante, lleno de estalactitas que gotean y te van mojando, encima, este túnel, ni tan siquiera es recto, por lo que no ves ninguna luz al final, se te han acabado las pilas de tu linterna y solo tienes una vela y unas cerillas.
Es duro, muy duro, muchas noches sin dormir, trabajando de vez en cuando y casi regalando lo que haces, aunque cambies el rumbo de más de una vida, no vales, no vales para este mercado, para ese segmento en concreto, nadie te conoce aquí. Te preguntas, si has patinado en tu decisión valiente e impetuosa de comerte el mundo por ti mismo, sin el respaldo de nada ni nadie, porque encima de estar pasando este proceso de duelo, en mi caso, también me divorcié y en plena crisis económica. Si a alguien le gustan los retos le presto los míos..a mi favor es que tenía algún dinerillo que soportaba mis penas, eso sí, administrado y controlado como nunca.

Pero tu autoestima se derrumba como un castillo de naipes cuando soplas en él, ni siquiera la ilusión por conocer este nuevo mundo de sensaciones es lo suficientemente fuerte para aguantar tu caída. 
Entonces echas la mirada atrás y te dices, pero, ¿y toda tu experiencia? ¿de algo valdrá, digo yo, no?, ¿y todo lo que conseguiste hacer y construir en la multinacional? ¿y toda esa gente que estaba encantada contigo?, y te recuperas, y sigues luchando para abrirte paso entre las tinieblas de la duda, son las montañas rusas de las emociones. Hasta que un día, después de una formación o de un coaching te dan un feedback muy bueno, algo que no necesitas porque sabes que lo has hecho bien, pero que te ayuda a recuperar la ilusión por ti, por tu proyecto y por tu vida.

Después de ese viene otro y otro, fallas alguno de vez en cuando, es normal, sigues aprendiendo, pero tu valoración sigue subiendo y eso engancha más que cualquier droga. Se abre frente a ti un mundo maravilloso, excitante, ya no necesitas nada en tu tarjeta de visita, tu nombre ya vale lo que tiene que valer, has salido de tu zona de confort y estás en la zona mágica. Te dices que ha valido la pena. Que el factor riesgo/recompensa es sumamente positivo, que estás donde quieres estar y eres quien quieres ser.

¿La clave?, muy fácil y a la vez muy difícil:




¿Que cómo se hace....?, habrá que seguir leyendo los siguientes capítulos, mientras tanto, hazte estas dos preguntas;

¿De qué va mi historia?

¿en qué se parece mi historia a la tuya? 





lunes, 24 de abril de 2017

buen camino


Mi decálogo emocional

1. Vivir la vida con toda su intensidad, dejando pasar las emociones a través nuestro y gestionándolas cuando sea necesario.

2. Disfrutar del viaje, la ansiedad por llegar hace que vivas en y para el futuro, y que te pierdas el presente que es donde está la acción real.

3. La sonrisa y el positivismo. Contagiar y ser contagiado.

4. Gestionar las emociones negativas solo depende de nosotros y nuestros propios miedos. No se pueden erradicar, el truco está en aprender a caminar junto a ellas con maestría.

5. Creer tiene mucho poder.

6. La autoconfianza que emana de la satisfacción y orgullo del trabajo bien hecho.

7. Celebrar y saborear cada victoria como si fuera la última.

8. Solo cargar con la responsabilidad de nuestra vida, la responsabilidad de los demás ya tiene dueño.

9. El soporte emocional de los míos.

10. Amarnos por encima de todo nos llevará donde deseemos.

Mi decálogo ciclista

1. Marcarse objetivos ayuda a administrar esfuerzos y clarifica nuestro norte. Saber seccionar el objetivo adecuadamente a les circunstancias propias y del entorno, ayuda a conseguirlo.

2. Poner fecha de caducidad ayudará a no postergar y a no escondernos bajo nuestro día a día.


3. Cada uno tiene su ritmo, y es el que debemos usar, es el que mejor dominamos y no es comparable con el de los demás.


4. El ser humano puede ir más allá de lo que sus creencias dicen, siempre se puede estirar un poco más y superarse. Los limites están mucho más allá de lo que imaginamos.


5. Es importante tener la estrategia adecuada para afrontar las situaciones más diversas desde la mejor posición posible.


6. Hay que proteger el tanque de reserva energética disponible para imprevistos. Margen de seguridad o de maniobra. Ir al límite no deja espacio al error.


7. No hay que mirar constantemente al final del recorrido, solo  hay que centrarse en cada etapa. Cada etapa completada te acerca al objetivo y lo que parecía imposible se hace realidad. Partido a partido, diría algún entrenador de fútbol.


8. Mirar atrás solo para tomar conciencia de todo lo que ya se ha conseguido ayudará a quitar miedos al fracaso, a la incapacidad y a la de no merecer.


9. Abrir tel corazón. Dejar entrar y salir las emociones y vivir la vida. Gestionar las emociones para estar lo mejor que se pueda con uno mismo.


10. Empaparnos de la satisfacción de conseguir objetivos y celébralo.





ESTO NO ES UN PASEO, ESTO ES UN CAMINO !!